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¿FISIOTERAPIA EN CÁNCER?

¡¡¡POR SUPUESTO!!!

La FISIOTERAPIA ONCOLÓGICA es una rama de la fisioterapia que tiene como fin “preservar, mantener, desarrollar y restaurar los sistemas cineticofuncionales” (sensitivos y motores) de los pacientes con cáncer.

Se trata de un conjunto de procedimientos dirigidos a ayudar al paciente de cáncer a alcanzar el máximo de sus capacidades físicas, psicológicas y sociales relacionadas con las posibles deficiencias fisiológica y anatómicas adquiridas. Mejorando la funcionalidad y disminuyendo el impacto de la enfermedad y/o tratamientos, mejorando así la calidad de vida del paciente.

Algunas áreas en las que la fisioterapia puede ser beneficiosa en pacientes con cáncer incluyen:

  • Prevención y manejo de linfedema: Cuando el tratamiento incluye la extirpación de ganglios linfáticos o radioterapia, puede producirse linfedema (acúmulo excesivo de líquido linfático en los tejidos). Técnicas de fisioterapia como el drenaje linfático manual, vendaje compresivo o ejercicio previenen o mejoran el linfedema.
  • Mejora de la función muscular y la movilidad: Mediante ejercicios específicos, adaptados a las necesidades individuales de cada paciente.
  • Manejo del dolor: Técnicas para aliviar el dolor, como masajes, estiramientos, calor o frío, y ejercicios específicos que pueden reducir la intensidad del dolor y mejorar la función.
  • Apoyo respiratorio: Mediante ejercicios de respiración y técnicas para mejorar la capacidad pulmonar y reducir el riesgo de complicaciones respiratorias.
  • Rehabilitación después de la cirugía: Rehabilitación postoperatoria, incluyendo ejercicios para restaurar la fuerza y la movilidad.
  • Manejo de la fatiga: Realización de programas de ejercicio y estrategias de conservación de energía que ayuden a manejar la fatiga y mejorar la resistencia.